Dive into your creative stream
And then Holley saves their asses while Finn is in la la land waiting to die.
Holley: Oh Ford, you kidnap a tow truck without doing background check, you yell at me for shocking your informant when you had TWELVES HOURS to say something, and you got caught because you didn’t think to look up. And you call Mater the idiot? He at least no idea what he doing most of the time and I was mostly following your orders!
Finn: Shut up woman! We have to stop this violence with the only way I know how: with MORE violence!
Holley: Should’ve seen that one coming. Just promise me your death count will be less than three today.
Finn: Yes.
Omg I just realized Finn is 100% willing to die for McQueen no question.
Personally my stomach hurts /threat.
3 assignments due tomorrow! i just started! month long project due next week and im barely done! and im also sick!
What's the Euclidian version of a human having a crashout?
I COULD MAKE A REALLY FUNNY JOKE WITH THIS ONE
i be jealous of my friends’ friends but i really need to remember that im the best friend ever and that they’re mine 😊 mine not yours likeee
Welp guess who's fan of Bendy and the inkmachine.
That isn't your game. I may like sprunki, but I draw the line whenever you start invading on other people's hard work and claiming it as your own. Especially whenever you use AI to write your description.
Orin Ayo Sprunki keeps the easy drag-and-drop mechanics that make it so enjoyable. Players create songs by combining sounds from different characters, each offering beats, vocals, rap, or loops from various music styles.
What makes Orin Ayo unique is how these straightforward mechanics blend with its spooky theme, pulling players into a supernatural world.
Orin Ayo takes a dark turn. Its black-and-white color scheme adds a sense of mystery that matches its eerie sounds. The visual and musical design creates an almost movie-like experience, immersing players in its strange, shadowy world.
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Historia de un fin Estaba en mi cuarto lleno de rombos, entre la muerte y el nacimiento, divagando en el diván de los recuerdos, reviviendola a ella, con su risa y su serenidad, su temple tan obtuso, tan misterioso, tan rebelde. Cada Rombo del cuarto estaba constituido por cientos de recuerdos. Estaba ahí... en el Diván, sentado a merced de los rombos, a merced de los recuerdos y a merced de su sonrisa, sin entender que debía hacer, sin entender si debía poner fin a todo eso. Entonces lo comprendí, no podía seguir existiendo mas, no para ella, la había perdido y solo por permitir que mis miedos me domaran, quería apagar las estrellas y reiniciar el juego, aquella partida en la que había procurado defender al reyna sin mover mis peones. Cada peón fue desplazado según mis miedos a consumirse en la incertidumbre al no saber si estaba bien o fallaba con mis decisiones y fines. Lo cual vine comprendiendo demasiado tarde. Cerca del nuevo fin, me desprendí de mi ropa, mis emociones, mis miedos, mis ambiciones y aspiraciones, estaba ahí, en el mar, entregandome dulcemente al fuego que consumiría mi persona.... persona que no existiría mas. Comencé a caminar en dirección al fin, en mis ojos habían diluvios de determinación, sentía los impulsos eléctricos recorriendo mi cuerpo al momento que avanzaba a mi muerte bailando con ella. Noté que algo me jalaba, era su sonrisa que parecía retarme y a la vez provocarme, las olas del mar a su vez se burlaban de mi.... escuchaba su voz en ellas, recordé que todo comenzó en un aula olvidada, y "cuando no había mas que decirnos se abrían al aire vacíos que no podíamos respirar", estaba en el momento justo donde pensaba que me fallarían el animo, la determinación y la resolución. No importa que tan fuerte aprendiera a golpear, sabia por mi experiencia que nadie golpeara jamas como la misma vida... pensé que tenia que hacerlo, ya estaba a la mitad del camino, entonces avancé con mas fuerza, mas determinación, y pude notar que se desprendía algo de mi, era la ambigüedad, esto me impulsó, avanzaba y el mar me jalaba, casi como si supiera lo que quería, como si me implorara que lo dejara devorarme con una noble belleza y a la vez una inquietante fiereza, casi como un niño en un berrinche y fue entonces que deje que el mar me tomara. Esa noche devoro la persona que fui.
Habían pasado tres días desde que murió aquel hombre devorado por el mar, nadie lo recordaba ya. En su lugar estaba sentado otro hombre, un hombre forjado por los riesgos, que luchaba por lo que quería sin mas escrúpulos, un hombre entregado, desbordaba felicidad y plenitud, el hombre era el amor en persona, este hombre había nacido hace apenas tres días. Este hombre fue en quien renací Este hombre fue en quien me convertí Solo así podía amarla y lo hice por ella
©Robert Mustang